Naturaleza Oculta
Basta con colgarse de un pie a un árbol y dejarse descolgar hasta que nuestra cabeza roce con la hierba, basta con que nuestro pelo empiece a echar raíces para sentir que somos como el árbol; basta con que ese nudo al que está atado nuestro pie se deshaga para que nuestro cuerpo erguido empiece a caer y, con su peso, a hundir nuestra cabeza; basta con dejarse devorar por la tierra, y solo hasta el cuello, para sentir el olor de la humedad; basta con cerrar los ojos para observar cómo nuestro pelo, ahora raíz, se enrolla alrededor de nuestra cabeza para ahogarnos; basta con que alguien que esté afuera diga basta y corte nuestro cuello de raíz para escuchar el silencio. Basta. Ahora solo queda la cabeza.
Beatriz Eugenia Díaz
Nos complace anunciar la apertura de Naturaleza Oculta, la primera muestra individual de Beatriz Eugenia Díaz en Casas Riegner.
Naturaleza Oculta tiene su origen en la raíz: en el sustento bogotano de la artista que se niega a desaparecer y la termina enraizando una y otra vez; en las raíces de las plantas que, a pesar de estar ocultas, son como su cerebro y por ello resultan imprescindibles para conocer sus secretos; en la idea de que basta desenterrar nuestra cabeza para entenderla y que allí, además, encontraremos el motivo por el cual algunas personas la pierden, el origen de la expresión “perder la cabeza”.
En un camino trazado por dos piezas sonoras, una serie de impresiones y una instalación hecha con raíces de árboles, la artista repite un concepto fundamental de la exposición: “caliptra”, o el nombre de la cobertura que protege la punta de la raíz y que, además, es usado para hablar de los velos con los que los monjes cubrían sus cabezas al celebrar los misterios; a través de distintas voces, la artista llama a los espectadores a proteger su cabeza, a evitar las marañas de pensamientos repetitivos que nos restringen y malogran como el árbol que crece atrapado en una pequeña maceta.
Así, en el trabajo de Beatriz Eugenia Díaz convergen los mundos de la música y el arte, sus obras buscan agudizar la percepción corporal de cada espectador frente a los espacios arquitectónicos y el vacío. Díaz ha expuesto su trabajo en instituciones como la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (Bogotá, 2016); el Museo de Arte del Banco de la República (Bogotá, 2016); Espacio Odeón (Bogotá, 2013); el Museo de Arte Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, 2006); y el 40 Salón Nacional de Artistas (Bogotá, 2006).
Beatriz Eugenia Díaz (Bogotá, 1965) estudió Artes Plásticas y Música en la Universidad de Los Andes en Bogotá, actualmente se desempeña además como profesora de cátedra en las universidades Jorge Tadeo Lozano y Los Andes. Entre sus exposiciones recientes destacan: Muerte Barroca. Retratos de monjas coronadas, Museo de Arte del Banco de la República, Bogotá, 2016; El fin de la excepción humana, Fundación Gilberto Alzate Avendaño, Bogotá, 2016; "Why Abstract Art?" (¿Por qué el arte abstracto?), Casas Riegner, Bogotá, 2015; Textos audibles, legibles y visibles, Galería Santa Fe, Bogotá, 2014; 47, Galería Las Edades, Bogotá, 2013; Sonósferas: el sonido en las prácticas artísticas contemporáneas, Fundación Teatro Odeón, Bogotá, 2013; Ninguna forma de vida es inevitable, FLORA Ars + Natura, Bogotá, 2013; Al Claro de Luna, reminiscencias sonoras, Galería Santa Fe, Bogotá, 2013; y Polaris, IV Premio Luis Caballero, Galería Santa Fe, Planetario de Bogotá, 2007.